ENFERMEDAD DE LA POBREZA / MAL DE CHAGAS
Estamos
perdiendo la batalla contra el mal de Chagas
El doctor Salvador Mazza hizo un trabajo excepcional...
Sacrificó su vida para que se entendiera lo terrible que era los lugares más olvidados de Argentina... la pobreza, el hacinamiento, el rancho... y la vinchuca enseñoreada en toda su magnitud... haciendo de estos pobladores olvidados... sus presas favoritas...
Por
Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo
Digital
13
de junio del 2015 * Actualizado el 31 de marzo del 2020
Para
nuestro país, según las cifras de la OMS / Organización
Mundial de la Salud, teníamos entre el 2012 y el 2013:
1.505.235 personas afectadas, el primer lugar en América
Latina, que según la misma organización sería
de 10 millones en nuestro continente. Luego vienen Brasil y
México, dos países con poblaciones considerablemente
mayores, que hay 1.156.821 y 876.458, respectivamente, con el
Mal de Chagas, y en cuarto lugar Bolivia (el país con
más alta prevalencia del mundo), con 607.186, y Colombia,
con el 45,7% de las personas infectadas de la zona andina.
+ grande
Pero,
el doctor Ricardo Gürther, investigador del Conicet y director
del Laboratorio de Eco-Epidemiología de Exactas-UBA,
afirmaba a La Nación, el 20 de abril del corriente que:
"Estos registros de la OMS suscitan muchos cuestionamientos
porque suelen estar bastante carentes de evidencia que los apoye,
no sólo en la Argentina, sino en todos los países
-dice el doctor Ricardo Gürtler. Es un problema general.
Pero en nuestro caso se puede pensar que están anclados
en números históricamente sólidos, porque
entre 1981 y 1993, cuando se examinó a 1.900.000 conscriptos
para detectar a los infectados, se calculó que podría
haber unos 2.400.000".
En
realidad serían una subestimación y los afectados
serían bastante más. "Me puse a analizar
este estudio porque el número de chagásicos que
aparecen en estas estadísticas está bajando demasiado
precipitadamente. Tanto, que parece que se están yendo
a otro planeta. No hay nada que justifique los números
de la OMS. Para mí, falta detección".
"Es
una enfermedad que hasta hace poco estaba confinada en el continente
americano y ahora no tiene fronteras -subraya la doctora Carolina
Batista, directora médica de la Iniciativa de Drogas
para Enfermedades Olvidadas (DNDi, por sus siglas en inglés),
que estuvo en el país para coordinar acciones con sus
socios locales-. Hay Chagas en Japón, en Australia, en
Italia, en Suiza... No sólo por las personas migrantes,
sino que también se producen casos autóctonos.
Hay vinchucas en toda la región de Texas, Arizona, Nueva
Orleáns. Por ejemplo, en la catástrofe del Katrina,
la vinchuca, que tenía un comportamiento silvestre y
se alimentaba prioritariamente de animales, empezó a
colonizar casas y comenzaron a aparecer casos", remataba.
Sin embargo, su detección es complicada.
La infección tiene una etapa aguda, frecuentemente asintomático
o difícil de diagnosticar porque presenta síntomas
poco específicos, desde fiebre, malestar, aumento de
los ganglios, el bazo y el hígado hasta miocarditis o
meningoencefalitis. Este cuadro cede espontáneamente
en cuatro a seis semanas, pero sin tratamiento un tercio de
los pacientes desarrolla problemas cardíacos graves.
Indudablemente, el Mal de Chagas es una enfermedad
olvidada y que no es tomada en cuenta por millones de argentinos.
Por ello, y siendo habitual que en nuestro país no haya
cifras oficiales de nada, menos sobre el Mal de Chagas.
Entregamos nuevamente el informe de junio del 2009.
En aquel momento una diversidad de organizaciones no gubernamentales
daban como real una cifra casi dos veces más a la de
la OMS en los años referenciados.
INFORME
Se
calcula que hay 4.000.000 de chagásicos en nuestro país.
Se la llama epidemia silenciosa.
En
realidad es una enfermedad de la pobreza y si la contraen los
pobres, deliberadamente, se oculta
2 de junio del 2009
En
noviembre del 2008, más de 500 expertos deliberaron sobre
el mal de Chagas, en ese seminario, donde concurrieron expertos
de Argentina, Bolivia y Paraguay se afirmó: "Estamos
perdiendo la batalla contra el mal de Chagas". Esta
reflexión fue el 18 de noviembre del 2008.
Desde el gobierno nacional se planteo durante
2006 y 2007 la lucha contra el Chagas, pero esto no surtió
ningún efecto. La enfermedad está fuera de control
y su trasmisor, la vinchuca, se mantiene fuera de vigilancia.
Siguen existiendo las escuelas ranchos, las casas con techos
de paja y adobe, la gran precariedad que permite que la vinchuca
se posicione de los espacios domésticos y colectivos,
como las escuelas, con gran facilidad. En las áreas rurales
y también las urbanas.
En
ese evento reunido en Buenos Aires, se sostuvo lo siguiente:
"A casi cien años del descubrimiento de la enfermedad,
estamos perdiendo la batalla contra el Chagas porque no hemos
podido desterrarla hasta ahora ni tampoco controlarla",
sentenció Sonia Tarragona, directora de la Fundación
Mundo Sano, que organizó la reunión en la Academia
Nacional de Medicina junto con la Organización Panamericana
de la Salud y la Universidad de Buenos Aires.
Dicha fundación afirma que existen dos millones de infectados
y en el denominado Gran Chaco se concentran el 15 por ciento
del total de América Latina.
Esta región es compartida por Argentina, Bolivia, Brasil
y Paraguay, con 31.400 kilómetros cuadrados y algo más
de 300 comunidades originarias; entre los ríos Paraguay
y Paraná y el Altiplano andino.
Hasta fines del siglo XIX se la conoció como Gran Chaco
Gualamba, aunque Gualamba se aplica al sur del río Pilcomayo
Araguay.
En
el caso de nuestro vecino hermano Brasil, en este mismo período
del 2006 y 2007, logró interrumpir la transmisión
vectorial del parásito Trypanosoma cruzi, causante del
mal. ¨Y mantiene su status porque hizo de la vigilancia
activa una política de Estado y, como tal, no se altera
con los cambios de gobierno ni autoridades locales¨,
y agregó el doctor Héctor Coto, director ejecutivo
de Mundo Sano, que la Argentina no avanzó de la misma
forma.
Asimismo afirmó que: "La principal debilidad
en la lucha contra la transmisión vectorial del T. cruzi
está dada por la imposibilidad de mantener los éxitos
logrados, pero la discontinuidad y la ciclotimia de las acciones
durante todos estos años hacen que el panorama se revierta
enseguida. Vemos que las acciones en las provincias son dispares,
y en esto influye el proceso de descentralización de
la salud, ya que cada una tiene un compromiso distinto, especial
y paradójicamente las provincias más afectadas".
Otro de los especialistas afirmó: "Es un problema
no resuelto desde hace 40 años. Los índices de
pobreza en el Gran Chaco superan largamente el 50 por ciento",
Ricardo Gürtler, investigador del Conicet a cargo de un
programa en comunidades rurales de esa zona.
Las provincias afectadas, según los relevamientos realizados
son 14. En el 2006 el Ministerio de Salud se replanteó
controlar la transmisión del T cruzi, reducirlo a la
mitad, pero no se hizo. A mediados del 2008 se dieron nuevos
casos de reinfestaciones en las zonas determinadas por el avance
del mal de Chagas. El Programa Federal de Chagas no logró
sus objetivos.
De todas formas la doctora Cynthia Spillmann, coordinadora del
Programa Federal de Chagas afirmó que: "Cuando
las acciones decaen o se suspenden aumenta la posibilidad de
reinfestación", y señaló, no fue participante
del seminario, que: "No creo que se esté perdiendo
la batalla porque estamos tratando de pelear para controlar
esta endemia".
El doctor Juan Carlos Bossio, director de Epidemiología
del Ministerio de Salud, aseveró que: "en los
últimos 40 años ha habido avances importantes,
pero se produjo un estancamiento en el progreso y hasta un retroceso
en áreas en las que se había logrado el control
de la transmisión vectorial". Los funcionarios
gubernamentales plantearon un problema de monitoreo.
Como cierre de lo sucedido en aquel Seminario podemos sintetizar
que los especialistas atribuyeron el problema del avance del
Chagas a la falta de coordinación de esfuerzos y el uso
de recursos y acciones en forma "espasmódicas".
Estos aspectos generaron que no retrocedieran las vías
de transmisión.
No se puede pensar que la lucha contra la vinchuca es simplemente
rociar con insecticida las viviendas. Hay que informar, prevenir
y mejorar la calidad de vida.
Tarragano, otro de los especialistas dijo: "hay muchas
acciones, pero los resultados no mejoran. Nos falta una coordinación
inteligente y estratégica".
El doctor Janis Lazdins, miembro del Programa de Investigación
y Entrenamiento en Enfermedades Tropicales de la OMS aseveró
que: por cada caso notificado hay 20 sin diagnóstico.
Por
otro lado, FALCHA (Fundación Argentina de lucha contra
el Mal de Chagas) sostiene que el mal de Chagas es el problema
sanitario más relevante de la República Argentina.
Aproximadamente unos 3.000.000 de personas la padecen, de los
cuales entre un 15% a un 30% de los infectados presentan lesiones
cardíacas o de otros órganos irreversibles. A
principios de siglo, el Chagas afectó mayormente al interior
del país - sobre todo Santiago del Estero y Chaco-, hoy,
luego de las diferentes migraciones hacia la ciudad de Buenos
Aires, más de un millón de infectados vive en
zonas marginales del conurbano bonaerense.
También podemos registrar esta afirmación: "Es
que si la gente no tiene trabajo, no tiene que comer, difícilmente
pueda cuidarse de cumplir con las normas de prevención
y de higiene, la falta de educación y la pobreza son
las principales causas de la endemia", Antico Penna pobladora
de las zonas afectadas.
Por su lado ALCHA (Asociación de lucha contra el mal
de Chagas) inaugura su portal de la siguiente forma: SILENCIO,
OSCURIDAD,
POBREZA.
Este
pasado mes de mayo del 2009, el director del Programa Nacional
de Chagas, a partir del 2008, Héctor Freilij afirmó
que cada semana mueren 10 personas en promedio en el país
por la enfermedad de Chagas. Algo así como dos millones
de infectados.
“Hay pocas acciones de pesquisas para detectar la enfermedad
en chicos, cuando se calcula que el 80 al 90 por ciento se cura
con un tratamiento de dos meses”, advirtió Freilij,
que desde hace más de una década es jefe de Parasitología
y Chagas del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez
de la ciudad de Buenos Aires.
Además, el Chagas ya no es una enfermedad
de las áreas rurales, en la Capital de San Juan está
en edificios deshabitados.
Hay
muchos infectados que no saben que tienen Chagas y puede suceder
la muerte súbita, afirma el funcionario. No hay planes
sistemáticos para combatir a esta muerte silenciosa.
El
presupuesto
Son
16 millones y 50 millones del Banco Mundial para todo el curso
del presente año.
Estos 66 millones de pesos no superan lo que
gastará el Ministerio de Salud de la Nación para
comprar unos 110 mil tratamientos del antiviral recomendado
para los pacientes con gripe porcina y reforzar el stock que
ya tenía 500 mil dosis, estamos hablando de 70 millones
de pesos.
Asimismo, hay una ley nacional que se aprobó
hace un año y medio, más exactamente en septiembre
del 2007 y obliga a realizar test a todos los recién
nacidos de madres seropositivas y a todas las embarazadas, esta
nunca se reglamentó y por lo tanto no se aplica: “Estamos
frente a un homicidio por omisión, por no hacer nada”,
afirmó el doctor Héctor Freilij.
Los antecedentes de Freilij en materia del
mal de Chagas datan desde su tiempo como residente. Caminó
el interior y zonas afectadas por el Chagas. y en la nota concedida
a un medio capitalino afirma que Guatemala han cortado la transmisión
por el vector. “Si se hicieran las cosas bien, en tres,
cuatro o cinco años Argentina podría llegar a
esa situación”.
Más
datos de la falta de políticas de Estado
Las
políticas descentralizadoras llegaron también
para el Chagas, las provincias deben hacerse cargo de fumigar,
educar, prevenir y demás operaciones.
Si la estrategia es la fumigación, de los 3.000 que había
en la década del 80, queda el 10 por ciento. Se contrataron
unos 400 más, el Ministerio de Salud de la Nación
ofreció pagar por dos años a los fumigadores,
luego se hacen cargo las provincias y las mismas no aceptaron.
El especialista sostiene que se necesitan unos 1.000 a 1.500
fumigadores, que las fumigaciones se deben hacer en las viviendas
y repetir la operación a los seis meses y controlar y
volver a fumigar.
Un cuadro que muestra que la descentralización
perjudica a las provincias pobres y encima, el mal de Chagas
lo soportan, sufren y mueren los empobrecidos.
Santiago del Estero, Chaco, San Juan y La Rioja son cuatro de
las provincias con mayor índice de infectados.
En el caso de Jujuy, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén
y Río Negro han sido certificadas por la OMS, Organización
Mundial de la Salud, como libres de transmisión domiciliaria
por vector. Pero, para estas provincias, afirma Freilij tiene
dudas de que actualmente esa situación se mantenga. “Tengo
información de que ha vuelto a detectarse vinchuca infectada
domiciliaria”, observó.
¨Las migraciones internas han llevado la vinchuca y el Chagas
a centros urbanos: en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo,
casi el 3,2 por ciento de los donantes de sangre tienen Chagas;
en Santiago del Estero, donde se registra la prevalencia más
alta, el 14 por ciento de los donantes es seropositivo¨.
Pero también se debe controlar y vigilar
la vinchuca en gallineros y los alrededores de las casas, de
las zonas rurales. “La vinchuca no se puede erradicar,
pero sí controlar”, afirma el especialista.
El Programa Nacional de Chagas aseveró que en el caso
de la provincia de Santiago del Estero tenía programada
la fumigación en 2969 localidades en 2008: apenas cubrió
al 34,4 por ciento.
La Rioja, hizo el rociado domiciliario en apenas el 20,6 por
ciento de las 690 localidades.
En el caso del Impenetrable, si no fuera por la Organización
Nelson Mandela que hizo una presentación judicial que
llegó a la Corte Suprema de Justicia no se hubiera fumigado.
En 2008, en el Chaco se trataron más de 300 niños
infectados con la enfermedad.
Igualmente,
se estima que actualmente de las 700 mil mujeres que dan a luz
cada año en el país, sólo son sometidas
a un testeo entre 400 mil y 500 mil.
Para finalizar, las políticas de Estado implican medidas
que conducen a terminar, erradicar o aliviar definitivamente
con un mal, en este caso una epidemia como el Chagas.
Políticas de Estado fueron las que llevó adelante,
desde el Ministerio de Salud, el doctor Ramón Carrillo,
casi eliminó definitivamente el mal de Chagas, pero el
presupuesto, las tareas, los profesionales y el análisis
de situación de la región afectada, lo llevó
a iniciar un camino para lograr terminar con epidemias múltiples,
en aquel momento, o dejar un camino abonado para continuar y
evitar su recrudecimiento.
Estas son políticas de Estado.
Asimismo, en provincias empobrecidas o indigentes, asiste el
erario nacional, en tiempos de elecciones, clientelismo y extorsión
electoral, muy pocos se preocupan por los infectados por el
Mal de Chagas.
De estas situaciones alarmantes no se habla…
MUJER, SOCIEDAD Y POLÍTICA
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DE MARZO DE 1982, UNA GESTA OLVIDADA
FUENTES: ALCHA, FALCHA, LA NACION, Infobae, fuentes propias
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